31 de diciembre de 2011

2012: Un año impredescible

Terminado el 2011, llega el año nuevo y todo vuelve a comenzar.
Hay mucha expectiva, o quizás temores, con respecto a lo que nos deparará el 2012.
En todo el Mundo se habla y expecula sobre lo que puede suceder, y es que la influencia causada por esta película "2012" ha sido enorme, en muchos países.  Este film, basado en las predicciones proféticas mayas, que anuncian el fin de un ciclo en el que el Sol  sale de la noche para entrar al amanecer de la galaxia, algo que supuestamente sucederá el próximo 21 de diciembre de 2012, traerá grandes transformaciones al planeta y a los seres humanos, acompañados de señales apocalípticas.

Con los últimos acontecimientos, terremotos cada vez más fuertes, tsunamis, volcanes en fuerte actividad sísmica, las recientes actividades solare o los grandes efectos del constante cambio climático que esta afectando a todo el Planeta, son quizás algunas alarmas de que algo grave esta por suceder.
Soy muy excéptico a estos temas, sin embargo basandóme en los fenómenos naturales vistos y esas enormes tragedias que nos han aterrorizado en los últimos meses, no me queda más que ser expectante y pensar que dedemos prepararnos para cualquier cosa que acontezca.
En lo personal creo que el 2012 será un año muy positivo a diferencia de lo que muchos opinen. Vienen los Juegos Olímpicos de Londrés, y en Colombia estoy convendido de que la paz definitiva se aproxima, aunque decir esto son palabras mayores, todavía nos queda un largo camino, pero poco a poco lo vamos logrando.
Cartel promocional de la película 2012 en China,
Tomado del sitio Nipic.com

Dejemos que el tiempo siga su curso, y recordemos disfrutar cada día como si fuera el último. 

30 de diciembre de 2011

Termina el 2011... entre recuerdos y tradiciones.

El 2011 está terminando, un buen momento para describir a mis amigos extranjeros como se celebra el año nuevo en Colombia, pero antes, no dejo de pensar en todo lo sucedido durante este año en mi vida. Sin duda fue un año triste en cuanto a que perdí a un ser muy querido, a mi abuelita materna, mi segunda madre, una persona que me vio nacer y crecer, y con quien compartí los mejores momentos, siempre atenta a los aconteceres de la familia. Pero, entre tantas tristezas celebro los momentos felices, el nacimiento de mi segundo sobrino, la culminación de mis estudios y los éxitos logrados en el intercambio amistoso con China, que me han llevado a crecer y mejorar en mi tarea profesional como comunicador.
Desde 2011, mi programa Ventana A China ahora cuenta con una hora de emisión, un logro muy importante y que estaba esperando desde hace largo tiempo.
Ahora con mucho optimismo estoy mirando hacia el futuro, esperando que el 2012, contrario a lo que muchos piensan, sea un año lleno de éxitos, con proyectos que por ahora me reservo y que espero compartir cuando sean toda una realidad.

Muñeco de Año Viejo, disfrutando del Sol, las últimas horas del 31 de diciembre
Foto: Jhon Castrillón

 
Con respecto a la celebración del año nuevo en Colombia, lo esencial, igual que en otros países, es la reunión familiar. Este año mi familia no estará reunida en casa de la abuela, donde tíos y primos nos reencontrabamos después de un año de distanciamiento por ocupaciones del trabajo o estudio. No empero, se que muchas familias en Colombia se reunirán y esperarán juntos la llegada del nuevo año, las doce campanadas en la noche del 31 de diciembre.
Unos días antes, el 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, que recuerda la matanza de los niños judíos por orden del rey Herodes de Judea, en tiempos de Jesucristo, es hoy por hoy una fecha con otro sentido. El 28 de diciembre es un día de bromas y diversiones, la gente aprovecha para reírse de las caídas de otras personas. Los medios de comunicación, y especialmente la televisión nacional, aprovecha este día sagradamente, cada año, para mostrar las metidas de pata, situaciones inusuales o errores no mostrados al aire, durante la grabación de programas o presentación de noticias, especiales que hacen reir a la audiencia colombiana y olvidarse de sus problemas. Y es que se dice que Colombia es un país alegre, ya que en medio de las tragedias, tristezas o fracasos, siempre tenemos un chiste y una sonrisa para burlarnos de ello y poder levantarnos y continuar el camino con un mejor optimismo.


Muñecos Años Viejos exhibidos para la venta
Foto: Jhon Castrillón

El 31 de diciembre llega, las luces navideñas en la calle todavía brillan con sus bombillas multicolores, los arboles navideños siguen encendidos en cada hogar, el pesebre con el Niño Jesús, María y José, aunque inanimados,siguen vivos allí recordando que la Navidad no ha terminado y estan presentes en cada familia. Desde tempranas horas de la mañana empiezan a llegar a casa de los abuelos o padres los hijos, nietos, bisnietos, sobrinos, yernos, nueras, cuñados, para dar su saludo de año nuevo. Generalmente este último día del año los colombianos estrenamos ropa, aunque la situación económica de los años recientes, a veces restringe este lujo solo a los niños, dependiendo de las familias.
Para que quienes han perdido a sus seres queridos, el 31 de diciembre es un día ideal para acudir a los cementarios y visitar las tumbas de los fallecidos.
El ambiente y calor familiar va aumentando con el pasar de las horas cuando la música se enciende y suenan las melodías parranderas, bailables, llenas de alegría de esta época, e invita a los parientes y amigos a bailar y celebrar con juntos la llegada de un año que se aproxima.
Una novedad en este día es la confección de los famosos Años Viejos, unos muñecos de trapo que simbolizan el año que termina y que son adornados, a veces con las figuras de personajes famosos, bautizados con nombres graciosos o simbólicos y rellenados con polvóra para ser quemados a las cero horas del primero de diciembre cuando el reloj anuncia la llegada del año nuevo. Estos muñecos no solo se exhiben durante el día, a veces participan en concursos y desfiles. Los niños colombianos a veces sin ese sentido del año que se va, disfrutan esta celebración pensando en la quema final del Año Viejo. Dichos muñecos, durante el día parecen personas reales, y con nuestro buen sentido del humor, a veces se escuchan bromas en las que se compara algún miembro de la familia con el muñeco y se le pide alejarse para que no lo quemen por error.
Finalmente llega la medianoche, se queman los muñecos, nos felicitamos entre todos, unos con alegría, otros con llanto, recordamos aquellos momentos vividos durante el año que ha terminado. Para los supersticiosos, se preparan las 12 uvas, la maleta para correr a media noche por la calle del barrio o el vecindario y augurar viajes para el año que llega. Nunca he corrido con la maleta, y afortunadamente he logrado viajes importantes, pero quien sabe, a lo mejor algún día lo intente a ver si resulta con más facilidad.

Muñecos exhibidos el 31 de diciembre en avenida principal de Pereira

Así termina este 2011, y no me queda más que desearles mucha salud, paz, felicidad, amor y mucha prosperidad a todos en este año que comienza, el 2012, un año que parece ser último según los Mayas.... será cierto? No se habrán equivocado?
Ya lo veremos.....
No creo que sea el fin, al contrario, será el comienzo de grandes proyectos.

25 de diciembre de 2011

Navidad: Feliz y Colorida

Personalmente se trata de mi época favorita del año. Desde niño siempre la he disfrutado. Las luces, la música, el ambiente festivo y alegre, la comida, el árbol, el pesebre (o Belén) y por supuesto, la unión familiar, le imprimen un toque mágico a estos días de fiesta navideña.
Sé que en cada país, y por cuestiones culturales, la celebración de esta festividad cristiana varía de un lugar a otro, es por eso que aprovechando esta oportunidad, quisiera coompartirles, como celebramos la Navidad tradicionalmente en mi país, Colombia.

Faroles en Alumbrado Navideño del 8 de diciembre de 2011
Foto: Jhon Castrillón


Faroles en forma de Virgen María, haciendo homenaje a la Madre de Dios en Navidad
Foto: Jhon Castrillón

 Esta festiva y alegre navidad comienza en Colombia oficialmente los días 7 y 8 de diciembre, fechas en las cuales realizamos el Alumbrado Navideño, una celebración muy parecida en su colorido y belleza a la Fiesta de las Linternas de China, solo que en Colombia tiene una connotación religiosa. Estos días, en homenaje a la Virgen María, la madre de Jesús, se encienden velas y faroles multicolores y multiformes en casas, calles, plazas, parques, centros comerciales y otros importantes lugares, iluminando las noches de estos dos días y dando la bienvenida a la fiesta de Navidad. El ambiente y la iluminación ofrecida por las llamas de estas velitas crean una atmosfera llena de calor y mágico resplandor navideño, además de una escena preciosa que engalana y embellece los hogares y las calles colombianas.

Árbol de navidad en Parque Lago Uribe Uribe de Pereira
Foto: Jhon Castrillón

La celebración continua unos días después, del 16 al 24 de diciembre, los católicos celebramos la tradicional Novena de Aguinaldos. Para ello, durante estos nueve días, previos al día de Navidad, las familias, amigos, vecinos o compañeros de trabajo en las oficinas, se reúnen en torno al Belén (o Pesebre, como se le conoce en Colombia), con el propósito de hacer oraciones por el pronto nacimiento del Niño Jesús y cantar villancicos. Los niños son quienes disfrutan en mayor medida estas Novenas, ya que al término de estas, generalmente los anfitriones ofrecen golosinas, caramelos o comidas especiales navideñas para los invitados. Así mismo se invita a los niños colombianos a hacer con mucha devoción y alegría estas novenas, ya que si así lo hacen, con el nacimiento de Jesús, el Niño Dios, el 25 de diciembre, recibirán sus regalos. Y es que en Colombia, a diferencia de muchos otros países occidentales, aunque hace presencia como icono de la navidad, Santa Claus no es quien entrega los regalos, tampoco los Reyes Magos, sino el mismo Niño Jesús con su nacimiento el día de Navidad. Por esta razón, en Nochebuena, celebramos en familia, esperando la llegada de la medianoche, para celebrar con alegría y una deliciosa cena el nacimiento del Niño Dios, pero los más pequeños van a la cama temprano, para esperar allí el nacimiento y con este, los regalos que el niño Jesús les traerá, una tradición maravillosa que hemos seguido de generación en generación, transmitida por nuestros padres y abuelos.
Además de la música navideña propia de diciembre, que suena en las emisoras desde los primeros días de noviembre, anunciando la llegada de la temporada de fiesta, cada ciudad embellece y adorna sus calles y parques con vistosas y coloridas figuras de luces multicolores, que durante las noches de diciembre se encienden para ambientar el tiempo de Navidad.


Enorme Pesebre en Plaza Ciudad Victoria de Pereira
Foto: Jhon Castrillón
Aunque todo esto suena hermoso y muy feliz, otra cara de la Navidad en Colombia es la de todos aquellos que, por situaciones de la vida, no pueden disfrutar una alegre y colorida fiesta. Muchos niños no recibirán regalos, algunas familias no tendrán cena, otros quizás lo han perdido todo a causa de las inundaciones que por varios meses han afectado diferentes regiones de Colombia este año, o de hecho, algunas familias que viven en condiciones tan difíciles que ni siquiera un árbol de navidad tienen en su humilde hogar para alegrar esta maravillosa celebración.
Infortunadamente durante la Navidad mientras disfrutamos y reímos con nuestras familias, alrededor de una mesa con exquisita cena, no pensamos en aquellos que tanto sufren y que nada de esto tienen para celebrar esta hermosa fiesta. Pero esto, justamente, es el auténtico significado de la Navidad, compartir y ofrecer una mano amiga a aquellos que tanto lo necesitan. Donar regalos a aquellos niños que no recibirán nada a causa de su extrema pobreza, u ofrecer una porción de alimento, a aquellos que tienen hambre.

Valla publicitaria "Comparte la magia de la navidad Coca Cola"
sobre vía intermunicipal en Eje Cafetero colombiano
Foto: Jhon Castrillón

La Navidad adorna de alegría los centros comerciales colombianos
Foto: Jhon Castrillón

Colombia es un país muy alegre, pero también solidario y generoso, por eso para esta época la mejor invitación es la de compartir momentos de felicidad con aquellos que estan tristes. El mejor regalo no es material, esta en nuestro corazón y nuestra voluntad, dar para poder recibir. Me alegra poder compartir estas palabras, contarles como celebramos la Navidad en Colombia, y de paso, desearles una Fiesta muy Feliz, llena de paz, amor, fraternidad, unión y generosidad.

6 de diciembre de 2011

Reflexión Urbana: Un Hecho, Tres Miradas

Dada la difícil situación social y económica vivida por parte de la población colombiana durante los últimos años, han sido muchos los nacionales que, decididos a buscar nuevos horizontes y nuevas oportunidades, han emigrado a tierras lejanas con el deseo de encontrar un mejor porvenir y bienestar social para sus familias.
Guiados por ese impulso, a veces a ciegas, han completado la etapa de trámites, vuelos e inspecciones aeroportuarias y han arribado a destinos inciertos, tierras desconocidas, pero con una economía más próspera que les facilitará, con la consecución de un empleo, el sustento y el mejoramiento de la calidad de vida de sus familias en Colombia.
Así, muchos colombianos al igual que otros latinos de diferentes países del continente, han trascendido las fronteras en búsqueda del llamado "sueño americano o europeo", arribando a naciones como Estados Unidos o España, animados por historias contadas por paisanos que ya se encuentran allí, amigos o parientes que han viajado primero, y que con algo de éxito, prometen a otros conocidos, nuevos emigrantes, un mejor futuro con una moneda más sólida, un empleo mejor remunerado, aunque no necesariamente el más digno.


Jeepao Camperito del Café en Pereira

Foto: Manuel Saldarriaga, tomada de unhechotresmiradas.com


Pese a la prosperidad de algunas familias, lograda gracias a las remesas recibidas por los parientes que se han decidido viajar y trabajar en estos países, un drama diferente queda en el país. Aunque se prospere, las relaciones emocionales y familiares se ven afectadas por diversas circunstancias. 
Y he mencionado todo lo anterior, para referirme a la famosa exposición fotográfica: "Un Hecho, Tres Miradas", exhibida tanto en el Aeropuerto Internacional Matecaña, como en algunas estaciones del sistema integrado de transporte Megabús, hasta hace pocos días en Pereria,  y que en 2012, continuará en Madrid (España).

Familia colombiana en España.
Foto: Manuel Saldarriaga, tomada de unhechotresmiradas.com

La exposición, trata y aborda el tema de la migración de colombianos en España y las implicaciones sociales y emocionales que conllevan la separación de la familia. Esta memoria visual revive un hecho particular: el papel de la mujer migrante como agente de desarrollo en Colombia y España, y tres miradas,  desde la interpretación de dos fotográfos, uno colombiano y otro español, que comunicaron con sus fotografías las emociones, la realidad y el drama de las mujeres trabajadoras en este país europeo, la situación de sus familias en Colombia, y por su puesto, las consecuencias del distanciamiento familiar.
Fotografía expuesta en estación de Megabús en Pereira
Foto: Jhon F. Castrillón

El Megabús es el sistema de transporte que moviliza el mayor número de pasajeros diarios en la ciudad, es por eso que sus estaciones, y no los museos, fueron las escogidas para la exhibición de estas sensibles fotografías, dirigidas a la sociedad pereirana en general, que de una u otra forma ha vivido de cerca el drama de la separación familiar a causa de la migración.

La mayor cantidad de colombianos migrantes en España, provienen de Pereira o la Zona Cafetera, en la que se ubica la ciudad, y por ende, este ha sido el escenario escogido para la muestra de esta memoria visual.

Pese a las llamativas fotografías, algunos transeúntes pasaron por alto la existencia de las ilustraciones y fueron muy pocos, desde mi observación, los que realmente se detenían a apreciar este maravilloso arte. A lo mejor, estos últimos, fueron aquellos que encontraron similitud con las historias plasmadas en las fotos, y se identificaron con sus propias vivencias. Personalmente, lo he vivido, por eso lo entiendo.

Pocos transeúntes apreciaron la exposición,
Foto: Jhon F. Castrillón

El objetivo de la exposición se cumplió, aunque solo algunos pocos lo disfrutaramos y conceptualizaramos, las fotografías han sensibilizado a estos pereiranos sobre la realidad de esta problemática social que hoy en día no sólo afecta a esta zona y otras ciudades de Colombia, sino también a muchos otros países latinoamericanos con situaciones sociales y económicas difíciles, que obligan a algunos afortunados a buscar un mejor porvenir en tierras distantes.

Lamentablemente aunque las fotos nos extraen esa realidad conocida, el problema continúa: madres separadas de sus hijos, hijos con diversos problemas sociales en Colombia a causa de la ausencia de padres, hijos criados y educados por parientes diferentes a los padres, familias desintegradas. Un hecho que sigue repitiendóse dado el constante número de nuevos migrantes, que huyen ante la falta de oportunidades y el anhelo de un mejor futuro, quizás económico, pero el dinero no lo es todo y tanto el afecto y como el amor familiar no se compran ni con euros ni dólares, ni con años de trabajo en un país extranjero.

Un hecho, Tres Miradas, exposición fotográfica en estaciones del Sistema
Integrado de Megabús en Pereira. Foto: Jhon F. Castrillón