El 2011 está terminando, un buen momento para describir a mis amigos extranjeros como se celebra el año nuevo en Colombia, pero antes, no dejo de pensar en todo lo sucedido durante este año en mi vida. Sin duda fue un año triste en cuanto a que perdí a un ser muy querido, a mi abuelita materna, mi segunda madre, una persona que me vio nacer y crecer, y con quien compartí los mejores momentos, siempre atenta a los aconteceres de la familia. Pero, entre tantas tristezas celebro los momentos felices, el nacimiento de mi segundo sobrino, la culminación de mis estudios y los éxitos logrados en el intercambio amistoso con China, que me han llevado a crecer y mejorar en mi tarea profesional como comunicador.
Desde 2011, mi programa Ventana A China ahora cuenta con una hora de emisión, un logro muy importante y que estaba esperando desde hace largo tiempo.
Ahora con mucho optimismo estoy mirando hacia el futuro, esperando que el 2012, contrario a lo que muchos piensan, sea un año lleno de éxitos, con proyectos que por ahora me reservo y que espero compartir cuando sean toda una realidad.
Muñeco de Año Viejo, disfrutando del Sol, las últimas horas del 31 de diciembre
Foto: Jhon Castrillón
Con respecto a la celebración del año nuevo en Colombia, lo esencial, igual que en otros países, es la reunión familiar. Este año mi familia no estará reunida en casa de la abuela, donde tíos y primos nos reencontrabamos después de un año de distanciamiento por ocupaciones del trabajo o estudio. No empero, se que muchas familias en Colombia se reunirán y esperarán juntos la llegada del nuevo año, las doce campanadas en la noche del 31 de diciembre.
Unos días antes, el 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, que recuerda la matanza de los niños judíos por orden del rey Herodes de Judea, en tiempos de Jesucristo, es hoy por hoy una fecha con otro sentido. El 28 de diciembre es un día de bromas y diversiones, la gente aprovecha para reírse de las caídas de otras personas. Los medios de comunicación, y especialmente la televisión nacional, aprovecha este día sagradamente, cada año, para mostrar las metidas de pata, situaciones inusuales o errores no mostrados al aire, durante la grabación de programas o presentación de noticias, especiales que hacen reir a la audiencia colombiana y olvidarse de sus problemas. Y es que se dice que Colombia es un país alegre, ya que en medio de las tragedias, tristezas o fracasos, siempre tenemos un chiste y una sonrisa para burlarnos de ello y poder levantarnos y continuar el camino con un mejor optimismo.
Muñecos Años Viejos exhibidos para la venta
Foto: Jhon Castrillón
El 31 de diciembre llega, las luces navideñas en la calle todavía brillan con sus bombillas multicolores, los arboles navideños siguen encendidos en cada hogar, el pesebre con el Niño Jesús, María y José, aunque inanimados,siguen vivos allí recordando que la Navidad no ha terminado y estan presentes en cada familia. Desde tempranas horas de la mañana empiezan a llegar a casa de los abuelos o padres los hijos, nietos, bisnietos, sobrinos, yernos, nueras, cuñados, para dar su saludo de año nuevo. Generalmente este último día del año los colombianos estrenamos ropa, aunque la situación económica de los años recientes, a veces restringe este lujo solo a los niños, dependiendo de las familias.
Para que quienes han perdido a sus seres queridos, el 31 de diciembre es un día ideal para acudir a los cementarios y visitar las tumbas de los fallecidos.
El ambiente y calor familiar va aumentando con el pasar de las horas cuando la música se enciende y suenan las melodías parranderas, bailables, llenas de alegría de esta época, e invita a los parientes y amigos a bailar y celebrar con juntos la llegada de un año que se aproxima.
Una novedad en este día es la confección de los famosos Años Viejos, unos muñecos de trapo que simbolizan el año que termina y que son adornados, a veces con las figuras de personajes famosos, bautizados con nombres graciosos o simbólicos y rellenados con polvóra para ser quemados a las cero horas del primero de diciembre cuando el reloj anuncia la llegada del año nuevo. Estos muñecos no solo se exhiben durante el día, a veces participan en concursos y desfiles. Los niños colombianos a veces sin ese sentido del año que se va, disfrutan esta celebración pensando en la quema final del Año Viejo. Dichos muñecos, durante el día parecen personas reales, y con nuestro buen sentido del humor, a veces se escuchan bromas en las que se compara algún miembro de la familia con el muñeco y se le pide alejarse para que no lo quemen por error.
Finalmente llega la medianoche, se queman los muñecos, nos felicitamos entre todos, unos con alegría, otros con llanto, recordamos aquellos momentos vividos durante el año que ha terminado. Para los supersticiosos, se preparan las 12 uvas, la maleta para correr a media noche por la calle del barrio o el vecindario y augurar viajes para el año que llega. Nunca he corrido con la maleta, y afortunadamente he logrado viajes importantes, pero quien sabe, a lo mejor algún día lo intente a ver si resulta con más facilidad.
Muñecos exhibidos el 31 de diciembre en avenida principal de Pereira
Así termina este 2011, y no me queda más que desearles mucha salud, paz, felicidad, amor y mucha prosperidad a todos en este año que comienza, el 2012, un año que parece ser último según los Mayas.... será cierto? No se habrán equivocado?
Ya lo veremos.....
No creo que sea el fin, al contrario, será el comienzo de grandes proyectos.
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