28 de septiembre de 2013

Catolicismo en Beijing

Enorme fue la sorpresa que me llevé cuando mis amigas colombianas Diana y su hijita Victoria, me invitaron a asistir a una ceremonia litúrgica católica y en español en este lejano país. Pues, cumpliendo con la invitación acudí hasta el lugar, la Iglesia Católica de Nantang o Catedral de la Inmaculada Concepción, ubicada en todo el frente de la estación de Xuanwumen, el domingo 15 de septiembre, día de mi cumpleaños. Logré llegar solo hasta allá, luego de empezar a familiarizarme con el metro y haciendo transferencia de línea desde mi estación más cercana a la universidad Wudaokou (línea 13) hasta Xizhimen (estación de transferencia para la línea 2) y luego desde la línea 2, hasta la estación de Xuanwumen.

Al llegar al lugar, me encuentre con un lugar impensable en mi mente, se trataba realmente de una iglesia católica con estilo barroco muy europeo y antiguo, y era obvio, puesto que esta iglesia, según me enteré después, tiene una historia de más de 400 años, y fue construida por un jesuita italiano como residencia, inicialmente con la autorización del Emperador Wanli, en ese entonces. Hoy es una de las iglesias más reconocidas de Beijing, y es además la sede del Arzobispado de Beijing, con uno de los pocos arzobispos reconocidos actualmente por el Vaticano y la Iglesia Católica Patriótica de China, un tema algo interesante pero un tanto complejo que tiene mucho que ver con políticas del gobierno chino. Al interior de la iglesia se percibe un ambiente cálido y acogedor, quizás por su parecido a grandes catedrales latinoamericanas y especialmente colombianas.
Un sacerdote italiano de nombre Carlo, que para mi asombro, vino desde Colombia, país donde residió por varios años y donde aprendió el español, es el responsable de ofrecer una misa semanal, los domingos a las 12:30 del día, en italiano y español, para la comunidad italo-hispano hablante que reside en la capital china.
Además de este encuentro con Dios, en un país donde el cristianismo es minoría, tuve la valiosa oportunidad de encontrarme con un gran número de latinos, entre ellos varios colombianos que residen en esta enorme ciudad.

La iglesia, como todo en China, también ha evolucionado, y ahora la tecnología también es utilizada allí. Varias pantallas LED de unas 42 pulgadas cada una, reproducen los cantos, las lecturas y me imagino que alguna información parroquial de interés, mientras se llevan a cabo las ceremonias. Otras dos pantallas, ubicadas a los lados derecho e izquierdo, respectivamente, reproducen la imagen simultánea y en vivo de una cámara de video ubicada justo frente al púlpito (la parte alta donde se celebra la ceremonia), para que los fieles que no están cerca, puedan observar lo que sucede sobre el altar.
Ese día que fui, fue también especial, estaban bautizando un bebé, hijo de dos colombianos, que imagino, nació aquí en Beijing.
Todos los días se ofrecen misas en chino, por sacerdotes chinos para los fieles católicos beijineses, que según las cifras suman unos 60 mil en la capital china.








Días de clase.

Las clases en la universidad comenzaron el 10 de septiembre, un día especial en China porque, precisamente, se celebra esa fecha en homenaje a Confucio, el día del maestro. 
Mis clases iniciaron a las 10:40 de la mañana, clase de Chino elemental (lectura y escritura) con la profesora Liu Yiyun. Nos entregaron el primer libro Road To Success (Camino al Éxito) Umbral o Introductorio (Threshold), materiales que la misma universidad edita y redacta para la enseñanza del chino con métodos didácticos y de fácil comprensión para extranjeros. Este libro contiene lo más básico que son las vocales, las consonantes y los tonos del chino, todo esto junto conforma el deletreo fonético de la lengua china, mejor conocido como pinyin.
Antes de finalizar la primera clase, acordándome de la fecha saludé y felicité a la profesora por su día.


Doodle de Google Hong Kong, celebrando el día del maestro en China el 10 de septiembre

En los días siguientes, las clases avanzaron relativamente rápido. Con la profesora Liu (Liu Laoshi), tenemos clases de Chino elemental de lectura y escritura, y con la profesora Cai (se pronuncia Tsai), tenemos clase de Chino elemental enfocado en la escucha y habla del idioma.
Con ambas, vamos avanzando en las mismas lecciones y con el mismo material. Cada libro incluye además un CD con audios que contienen la pronunciación de cada lección, lo que es muy útil porque ayuda a hablar, pronunciar correctamente las palabras escuchando.


Horario de clases, primer semestre

En una semana aproximadamente terminamos el primer libro y continuamos con un segundo volumen de Road To Success: Lower Elementary (Camino Al Éxito: Elemental Inferior), con el que iniciamos la escritura y reconocimiento de los primeros caracteres, mediante lecciones que incluyen conversaciones básicas y prácticas.
Nuestro salón de clases es el número 514, ubicado en el Edificio de Enseñanza número 1, el edificio principal de la universidad que se encuentra justo en frente de la puerta principal, la Puerta Este de la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing.


Clase de lectura y escritura con la profesora Liu

Éste, al igual que otras aulas de la universidad, tiene todo el equipamento necesario para una efectiva enseñanza multimedia. Cada salón contiene computador propio, que el profesor utiliza, y el cuál se encuentra conectado a un sistema ya instalado que, automáticamente activa un video beam ubicado en la parte superior del salón. En cuanto al audio, diferentes parlantes distribuidos sobre el techo, reproducen el sonido del ordenador, lo mismo que la voz del profesor que tiene su propio micrófono, conectado a este mismo sistema. Aire acondicionado, pupitres universitarios espaciosos y relativamente cómodos por su tamaño, también ayudan y favorecen este ambiente propicio para un anhelado conocimiento.

Sobre mis compañeros de grupo, que somos 22 en total, en la clase, hay de todo: un vietnamita, un hindú, cuatro rusos, dos turcos, dos kazajastános,  dos chilenos, una británica, un estadounidense, una indonesia, dos coreanos, un francés, un sueco, un portugués y un colombiano, que ya se imaginarán quién es. Realmente la experiencia es increíble, nunca me imagine en mi vida, que algún día tuviera la oportunidad de vivir en medio de tantos extranjeros, y sobre todo estudiar, tener clase en el mismo salón con tantas personas de diferentes nacionalidades. Como dijo una vez la profesora Liu, tenemos una clase internacional.




Y bueno, con respecto a las profesoras, por fortuna, las dos muy jóvenes hablan muy bien el inglés, y nos explican o traducen lo que no entendemos en inglés, siempre muy pausado, imagino que no debe ser fácil impartir una lección para tantas personas de diferentes nacionalidades. Mi dominio del inglés no es tan bueno como quisiera, pero por fortuna, no he tenido problema en las clases,  debido a que la enseñanza es muy clara y tenemos como guía, además, el libro con las lecciones que vamos estudiando. La profesora Liu es un poco más estricta que la profesora Cai, nos pide estudiar mucho, preparar las lecciones antes de ir a la clase y además de esto, pide a los estudiantes que no están bien preparados que practiquen más, y estoy de acuerdo con ello, a veces puede parecer dura, pero creo que ese es el propósito por el cuál hemos venido a China, y no es justo que algunos estudiantes ni se preocupen por la clase, cuando ese es su verdadero objetivo.



Mi beca es por dos años, y de acuerdo a la reunión orientativa que tuvimos la misma semana que iniciamos clase, y que por fortuna para mí, hubo una en español traducida por la compañera Naty de Chile, nos explicaron que, quienes tienen beca por más de un año, son evaluados al final del primer año, y según su interés, notas y rendimiento académico, la universidad tiene el derecho de aceptar o no la beca para el año siguiente de estudio, es por eso que me he esforzado desde el comienzo por lograr buenas notas y demostrar mis capacidades sobresalientes en este proceso de aprendizaje, que si bien ha sido más fácil para mí, que la adaptación de vida en China.


Reunión orientativa sobre la universidad en español, septiembre 12 de 2013

12 de septiembre de 2013

Comienzo de clases en BLCU

El lunes 9 en la mañana fui al salón 107 del Edificio Principal de la universidad para recoger mi notificación de clases. Cuando hice el registro tenía opción de presentar examen para iniciar en un nivel más avanzado o desde cero como principiante, y obviamente la opción de iniciar desde cero era mucho mejor, entonces me entregaron el horario de clases y me dijeron que iniciaría las primeras clases el martes 10 de septiembre a las 10:40 am.
Clase de pronunciación pinyin con profesora Cai

Según el horario dado, solo cursaré dos materias de chino elemental, con dos profesoras diferentes. Las clases inician a las 8:30, con un break de 10 minutos a las 9:20 y continua de 9:30 a 10:20. Luego de otro descanso de 20 minutos, cambiamos de materia y comenzamos a las 10:40 hasta las 12:30. Son 4 horas diarias de clase, 20 semanales, y solo estudiamos por la mañana.
Esto por ahora es el comienzo de esta nueva etapa de vida estudiantil en China.
Ya vendrán más situaciones y nuevas experiencias que estaré publicando y compartiendo por Facebook y por este medio.

Llegada a Beijing y registro en la Universidad

Después de esperarlo por tanto tiempo, y luego de tantos trámites, logré comprar finalmente el tiquete para viajar a China, con mucho esfuerzo, gracias a los ahorros de mi liquidación de trabajo y el aporte de tantas personas generosas, familiares y amigos en Colombia, que compartieron mi alegría y esperan los mejores resultados de mi parte en esta nueva etapa de vida, recursos que me permitieron la compra de este boleto hacia el éxito.
Efectivamente, como los estudios de Chino Avanzado, la carrera que voy a cursar en China con la beca, iniciaban el 9 de septiembre, fue necesario viajar unos días antes, para llegar a tiempo a realizar los trámites de check up o registro en la universidad.
Mi partida de Colombia fue el día 5 de septiembre, jueves. Partí desde el Aeropuerto Internacional Matecaña, de la ciudad de Pereira, a eso de las 4 de la tarde, con rumbo a Bogotá, luego de una emotiva e inolvidable despedida con mis seres queridos, mi familia que tanto quiero.
Llegué a Bogotá, y después de reencontrarme con una amiga y su esposo, emprendí desde la capital de mi país el largo viaje hacia esta tierra lejana. Viajé en la Aerolínea Lufthansa con rumbo a Frankfurt, en Alemania, en cuyo aeropuerto pude comunicarme vía wifi con mi familia. Pero, estaba a solo la mitad de camino, y desde allí, tomé el siguiente vuelo en la Aerolínea Air China, para llegar a mi destino final: Beijing, China.

Itinerario de viaje
Había pasado más de un día viajando y finalmente, arribé a Beijing, el sábado 7 de septiembre a las 11:30 de la mañana (10:30 pm del viernes en Colombia).
Por fortuna no tuve ningún inconveniente en Inmigración, y pasé sin problema con mi Visa de Entrada X al país. Recogí mi equipaje, cambié el dinero que había traído en dólares desde Colombia, en una oficina de cambio de divisas dentro del aeropuerto, por yuanes, y salí finalmente del aeropuerto en el terminal 3.Afuera me esperaba Francisco Li, un amigo de radio china que, gustosamente me recibió y me ayudó a llegar hasta la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing. Llegamos, pasada la 1 de la tarde, y al entrar por la puerta principal, nos encontramos con una cantidad de personas, extranjeros en su mayoría que recién llegaban, como yo, e iniciaban el largo proceso de trámites y registros.
Entrada Principal Universidad de Lengua y Cultura de Beijing 
En la entrada del edificio principal, un enorme cartel de color rojo nos daba la bienvenida, decía en inglés y chino: Bienvenidos nuevos estudiantes de todas partes del mundo, leer esas palabras me reanimaron un poco, puesto que mi viaje realmente había sido difícil, pensando en la distancia y la separación con mis seres queridos.


Edificio principal en el cuál se realizó el registro de los nuevos estudiantes

Francisco me ayudó con la traducción para iniciar el proceso de registro. Presenté mi Carta de Admisión (Admission Notice), y empezamos a hacer colas y filas para firmar un documento y otro. Por fortuna, salió a la vista, entre los voluntarios que estaban ayudando, una joven chilena, Naty, que amablemente me explicó el proceso y realizó mi registro oficial como estudiante de esta prestigiosa universidad. Me entregaron el carné o tarjeta de estudiante extranjero, un horario con fechas programadas para actividades para los días siguientes como la recolección de notificación de clases, una reunión informativa en español sobre la universidad, la fecha en que vendrá un bus a recogernos para repetir el examen médico que ya había realizado en Colombia, y fechas para recoger resultados y para realizar procedimiento de visa de residencia que, por fortuna, entregarán en la misma universidad.

 
Registro de nuevos estudiantes en la 
Facultad de Entrenamiento de Chino Avanzado

El mismo carné de estudiante extranjero que me entregaron, funciona como tarjeta para el pago de las comidas en el Comedor Principal de la universidad. Este comedor tiene 3 pisos y en cada uno de ellos se puede comprar y probar una variedad enorme de comidas, realmente muy económicas. Para pagarlas, se debe recargar la tarjeta y luego de seleccionar la comida o platos que se desean, se paga el costo total pasando la tarjeta por unas máquinas lectoras. 
El comedor se abarrota de gente, especialmente en horarios de comida, es decir bien temprano después de las 7 de la mañana, para el desayuno, luego de las 12:30 pm para el almuerzo y luego de las 5 pm para la cena.


 

Los dos primeros días fueron difíciles para mí, debido a que las clases todavía no iniciaban, me sentía solo y nostálgico pensando en la despedida con mi familia, y en lo mucho que los extrañaba.
Mi vida en China apenas comienza y me aterra pensar en el tiempo que estaré separado de mis seres queridos.
Por fortuna, las comunicaciones y la tecnología, permite estar cerca de las personas amadas, gracias al contacto constante. El mismo día compré una sim card de China Unicom, en promoción, costó 100 yuanes, y supuestamente tenía costo de 400 yuanes. Entre los servicios incluidos, además de llamadas locales, nacionales e internacionales, dicha sim card contiene un paquete de datos para navegación de 500 Mb por mes, una buena cuota para mantener conectado desde mi celular a redes sociales y otros servicios web. La navegación es 3G y es rápida.

En cuanto al alojamiento, también fue algo riguroso el trámite, sin embargo fue rápido y en menos de una hora, ya me encontraba en la habitación. Los estudiantes extranjeros becados son alojados en diferentes edificios, la mayoría están en los Edificios número 1 y 2 que se encuentran en la calle Xueyuan Lu 15 Hao, dentro de la misma universidad. Cada edificio tiene 14 pisos, y me tocó precisamente habitación en el último piso. Me asusté pensando en la subida de las maletas, pero me tranquilicé al ver los ascensores que funcionan sin problema.

Edificios de Dormitorios Número 1

Las habitaciones son dobles, e incluyen cama, escritorio y un armario de madera tipo closet, para cada estudiante. En el centro de la habitación hay televisor. Además tenemos aire acondicionado y calefacción. Para el uso de la habitación fue necesario pagar 50 yuanes de depósito por los muebles que allí se encuentran. Lo mismo para el aire acondicionado, 50 yuanes más para adquirir control del mismo.
Estuve solo varios días en la habitación hasta el lunes en la tarde,  cuando llegó mi compañero de cuarto, un joven francés que también se encuentra becado, pero solo por un año.
Los baños y las duchas son públicas, en cada piso del edificio hay y es necesario compartirlas, no son muy agradables, pero no hay otra opción...